Día 21: ENTEREZA | 31 Días de Oración por tus Hijos

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Por Laura Petherbridge

“Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna” (Santiago 1:2-4 RV60).

El primer año después de que formamos nuestra familia reconstituida1 fue, sin duda alguna, el más complicado. Hubo muchas ocasiones en las que me dije a mí misma: “Yo no firmé para esto. ¡Quiero renunciar!”, pero hice un compromiso delante de Dios y de mi esposo y eso significa que permaneceré fiel en las buenas y en las malas. Yo estaba determinada a hacer que nuestro matrimonio sobreviviera, así que me planté bien firme y le pedí a Dios que me ayudara a superar las emociones y los pensamientos destructivos que estaban arruinando nuestra unión.

Dios me dio la mente de Cristo y ello me permitió ver a los hijos de mi esposo con los ojos de Dios, no los míos. Él me reveló la manera de abandonar expectativas no realistas y cuando me siento sola, frustrada, enojada y cansada de amar a hijastros que tal vez nunca correspondan el sentimiento, Jesús me enseña a amar como Él ama.

¿Hay alguien a quien te cueste trabajo amar? ¿Estás listo para rendirte? Pídele a Dios que te muestre cómo ver a un esposo, hijo o miembro de la familia problemático a través de Sus ojos y no desde la perspectiva humana: es transformador.


1 N. del T.: Al parecer, la autora se refiere a una familia “Reconstituida”, en la cual sólo un cónyuge tiene hijos previamente al unirse en el nuevo matrimonio. Sin embargo, podría también referirse a una familia “Ensamblada”, en donde ambos cónyuges tienen hijos de matrimonios previos.

© Family Matters. Todos los derechos reservados. Usado con permiso.
Traducción: Ana Lucía Franco León, Ministerios Jesús 24×7

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